Muchos son los artistas que recurren a las plantas de flores como tema central para sus poemas, canciones o historias. El malvón es una de ellas, de naturaleza noble y resistencia a las diferentes estaciones del año, embellece jardines y veredas de nuestra ciudad.
En esta oportunidad se le rendirá homenaje en dos canciones: un tango y una zamba.
Marta Pizzo con su tango Magia de malvón, fue ganadora del 1º Premio Certamen Hugo Del Carril 2004.
Magia de malvón. Marta Pizzo
Tierna, temblorosa y juvenil;
las manos blandas, puras, viniste a mi jardín.
Yo te acaricié en mi corazón,
tu verde de crayón rompió mi timidez.
Llena de dulzura y sensatez
colmaste mi emoción, dejando entrar el sol
y en la intimidad de mi canción
un duende soñador soltó su voz.
Fuiste compañera en la agonía,
en noches de grillos y pasión;
tiempos de aventura y metejón,
locura y sin razón que están dentro de mí.
Vi jugar la tierra entre mis dedos,
pude darle vida a mi ilusión
y en tu simple magia de malvón
quedó mi corazón de niño que ayer fui.
Niña candorosa y sin igual,
brotó de un manantial la perla de tu amor.
Juntos en la danza del candor, un tango y mi dolor
se fue, al rozar de tu piel.
Siempre madurando junto a mí,
con cada primavera, trepada en el balcón;
bebo de tu pétalo dulzón el néctar del adiós,
no puedo estar sin vos.
Gajos de malvón – Zamba.
José Vaca – Francisco Mateo
Era la niña más linda
que vieron mis ojos de chango cantor,
en aquel caserón, calles provincianas
gajos de malvón,
aquel caserón, gajos de malvón.
Me dicen que la nostalgia
tiene en esta vida nombre de mujer,
ay!, adonde me iré, distancia por medio
que la pueda ver,
adonde me iré, que la pueda ver.
Soy un loco pastor
de horas que no volverán,
oscurecida voz, los sueños deshojan
gajos de malvón,
oscura la voz, gajos de malvón.
Era una estampa de virgen
la siesta menuda del ángel azul,
y a la clara luz, un domingo aldeano,
campanario y cruz,
a la clara luz, campanario y cruz.
Qué triste está el hombre solo
antigua leyenda hecha realidad,
¡ay! me derraman sal, picoteando estrellas
sobre el viejo mar,
me derraman sal, sobre el viejo mar.