Con el objetivo de apuntalar la producción artesanal de ladrillos existente en Santo Tomé, el concejal Julián Ilchischen llevó al Cuerpo Legislativo, a principios de 2020, una iniciativa con medidas concretas: proporcionar insumos y una máquina trituradora que ayudaría en la obtención de parte de la materia prima con la que se confeccionan los tradicionales ladrillos. La propuesta estuvo en análisis por un tiempo prolongado y, finalmente, fue aprobada por sus pares y promulgada por el Ejecutivo Municipal. La ordenanza está vigente desde junio y lleva el N° 3441; pero no se cumple.
«Pedimos por el cumplimiento de la ordenanza de apoyo a la actividad ladrillera. Lo primero que se debe hacer es habilitar un registro de trabajadores ladrilleros de la economía popular; lo debe implementar la Dirección municipal de Producción y tiene que servir para diseñar políticas de impulso a esa actividad», explicó Ilchischen. «Además, -continuó el edil- el Municipio debe poner a disposición de los inscriptos en el registro una chipeadora o trituradora y residuos factibles de convertirse en biomasa forestal, es decir, aquellos provenientes de la poda de árboles. La viruta obtenida sirve como agregado orgánico para componer los adobes, que posteriormente se hornean y son el insumo básico de la construcción», señaló.
«La máquina trituradora de la que hablamos es propiedad del Municipio; no sabemos en qué estado se encuentra. Y los residuos de poda, extracción de árboles y cortes de pasto, actualmente se arrojan quién sabe dónde; sin embargo se les podría dar un destino productivo, tal como lo dispone la ordenanza N° 3441», reclamó Ilchischen.
Para finalizar, el concejal confió en que una Resolución de su autoría, y aprobada por el Concejo recientemente, «sirva para acelerar la toma de decisiones de las autoridades municipales en el sentido de dar cabal cumplimiento a la ordenanza vigente».
