Este viernes por la tarde, en la sede de la Sociedad Argentina de Escritores Filial Santo Tomé (Obispo Gelabert 1878), llevó adelante una «Tarde de Té» de las cual participó, la escritora y poeta Silvina Ocampo. En el encuentro literario, en la sede ubicada en Obispo Gelabert 1878, los participantes presentaron escritos de la autora invitado, así como información de su biografía y obras realizadas. Además, se realizaron juegos literarios y lecturas de textos de autores argentinos y de los socios.
Asimismo, el marco del espacio de SADE Filial Santo Tomé en Santoto Digital, los días jueves, a continuación se comparte: “Homenaje a las mascotas” de Marta Kuzmuk
Homenaje a las mascotas
Mascota fiel que llegas a este mundo sorteando tu suerte.
Ayer te vi caminar por las calles, sin rumbo
con tu cuerpo lastimado y tus ojitos extraviados
como buscando un horizonte.
Al día siguiente te encontré durmiendo acurrucado en un umbral.
Quizá esperando que alguien te abriera esa puerta y te diera refugio.
Y hoy, de regreso a casa, te volví a ver caminando las calles.
Sentí un gran dolor en mi corazón.
Y mis ojos se llenaron de lágrimas por no poder ayudarte.
Lo único que pude hacer fue elevar mi mirada al cielo
y pedirle a Dios que urgente enviara un ángel para rescatarte.
En los años que tengo, muchas fueron las mascotas que adopté.
Actualmente, tres viven conmigo y a otras tantas les doy de comer.
Son un gran tesoro en mi vida, seres increíbles de los que deberíamos aprender.
Solo me dispensan amor y agradecimiento.
Ellos no poseen razón, cosa que los diferencia de los humanos.
Pero me atrevo a decir que su instinto natural supera cualquier razón.
Se me eriza la piel de sólo pensar
que muchos humanos los lastiman o los tratan mal.
Si en algo se parecen a nosotros es en que también sienten y sufren
Y lo único que nos piden a cambio es un poco de amor.
Es por eso que, si ahora estás leyendo este escrito,
necesito decirte que no es obligación quererlos.
Sólo ten piedad y respeto por ellos
tal como te gustaría que lo tengan por ti.
Y recuerda que el que nunca tuvo una mascota
tiene el alma incompleta.
Marta Kuzmuk